Plantearemos, antes que nada, un futuro ideal, posible y deseable. En el caso de este proceso evangelizador, con la mente, mediante un acto previsor y anticipador del futuro, construimos un modelo ideal de la Iglesia particular a partir de la eclesiología del Vaticano II y, luego, encauzamos hacia la realización de ese ideal toda la acción ministerial y pastoral de la diócesis.
Método Prospectivo
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